Autrui - Juan José Arreola
Lunes. Sigue la persecución
sistemática de ese desconocido. Creo que se llama Autrui. No sé cuándo empezó a
encarcelarme. Desde el principio de mi vida tal vez, sin que yo me diera
cuenta. Tanto peor.
Martes. Caminaba hoy
tranquilamente por calles y plazas. Noté de pronto que mis pasos se dirigían a
lugares desacostumbrados. Las calles parecían organizarse en laberinto, bajo
los designios de Autrui. Al final, me hallé en un callejón sin salida.
Miércoles. Mi vida está limitada
en estrecha zona, dentro de un barrio mezquino. Inútil aventurarse más lejos.
Autrui me aguarda en todas las esquinas, dispuesto a bloquearme las grandes
avenidas.
Jueves. De un momento a otro temo
hallarme frente a frente y a solas con el enemigo. Encerrado en mi cuarto, ya
para echarme en la cama, siento que me desnudo bajo la mirada de Autrui.
Viernes. Pasé todo el día en
casa, incapaz de la menor actividad. Por la noche surgió a mi alrededor una
tenue circunvalación. Cierta especie de anillo, apenas más peligroso que un aro
de barril.
Sábado. Ahora desperté dentro de
un cartucho exagonal, no mayor que mi cuerpo. Sin atreverme a tocar los muros,
presentí que detrás de ellos nuevos hexágonos me aguardan.
Indudablemente, mi confinación es obra de
Autrui.
Domingo. Empotrado en mi celda,
entro lentamente en descomposición. Segrego un líquido espeso, amarillento, de
engañosos reflejos. A nadie aconsejo que me tome por miel…
A nadie naturalmente, salvo al propio
Autrui.
Prosodias y variaciones sintácticas, 1997
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