La lengua- Horacio Quiroga
Hospicio de las mercedes... No sé cuándo acabará este infierno. Esto sí, es muy posible que consigan lo que desean. ¡Loco perseguido! ¡Tendría que ver!... Yo propongo esto: A todo el que es lengualarga, que se pasa la vida mintiendo y calumniando, arránquesele la lengua, y se verá lo que pasa. ¡Maldito sea el día que yo también caí! El individuo no tuvo la más elemental misericordia. Sabía cómo el que más que un dentista sujeto a impulsividades de sangre podrá tener todo, menos clientela. Y me atribuyó estos y aquellos arrebatos; que en el hospital había estado a punto de degollar a un dependiente de fiambrería; que una sola gota de sangre me enloquecía… ¡Arrancarle la lengua!...Quiero que alguien me diga qué había hecho yo a Felippone para que se ensañara de ese modo conmigo. ¿Por hacer un chiste?...Con esas cosas no se juega, bien lo sabía él. Y é...